Por: Juan Antonio Rdz. Guerrero
Todos estamos ocupados. Nuestra agenda está repleta con nuestra profesión, la familia, los amigos, la iglesia y otras responsabilidades. Algunas veces nuestros días estan tan llenos que no disfrutamos de nada porque estamos tratando de hacer todo. Nuestra relación con Dios y con otros se beneficia cuando creamos margen en nuestros calendarios. Pero ¿como comenzamos?