Por: Jeremy Fleming
En los dias y semanas antes del primer pascua, el sumo sacerdote Caifás estuvo en presencia de Jesús, el Salvador del mundo. Pero rehusó abandonar su búsqueda por el control y rendirse a su Creador. Es fácil decir que Caifás fue un necio, ¿pero que hemos puesto nosotros en el lugar que le pertenece a Dios?